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Brisa nació a las 23 semanas de gestación pesando sólo 600 gramos. Eso significa que lo hizo 4 meses antes de tiempo y una situación de extrema gravedad.
Gracias a la dedicación de la excelente unidad de neonatos del Hospital de la Vall d’Hebrón hoy se desarrolla con normalidad tras 112 días en la misma.
Algo “diferente” pasó con Brisa que ha maravillado a verdaderos expertos en la materia: no sólo sobrevivió a una situación límite, sino que el tiempo de estancia hospitalaria necesaria se redujo enormemente y su crecimiento y desarrollo está siendo mucho mejor del previsto...
El hecho es que Brisa tiene una madre y un padre excepcionales. Se han dedicado en cuerpo y alma a ella y han podido darle una atención muy especial como nutricionista (ella) y como osteópata (el). El resultado es una buena alimentación, mucho “piel con piel” desde el 1er momento, y mucha, mucha “osteopatía”.
Son ya varios los estudios que demuestran la importancia del tacto y la efectividad del tratamiento osteopático en neonatos. Es conocido que dicho tratamiento puede disminuir el tiempo de estancia hospitalaria y los costes derivados de ella (Lanaro et al 2017). Observarlo en primera persona y de manera tan contundente, es motivo de alegría y de profundo orgullo profesional. Observar que en hospitales de referencia se valora nuestro trabajo, también.
Gracias Lorena, Jordi y Brisa por compartir vuestra historia.